En todo el mundo vamos encontrando lugares impresionantes y generalmente nos gusta llamar la atención sobre algunas características que los diferencian del resto del mundo. Un buen ejemplo de lo que estamos comentando es Watson Lake, un pueblo que se encuentra al pie de la carretera de Alaska a su paso por la histórica milla 635 (Canadá).
Watson Lake, el pequeño pueblo característico
En la actualidad, Watson Lake cuenta con menos de 1000 habitantes, aunque recibe un gran tráfico de visitantes durante todo el año gracias a la milla 635.
Uno de los aspectos que podemos destacar de Watson Lake es que si decidimos pasar unos días aquí, podremos descansar y disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad. Por otra parte, muy cerca también encontraremos el río Liard que se encuentra rodeado por un entorno natural donde el verde es el color principal.
Otro atractivo de Watson Lake es que se trata de uno de los escasos lugares del mundo donde podemos ver en persona las auroras boreales.
Pero no todo queda aquí, ya que Watson Lake es conocido en todo el mundo por una característica muy especial que es la gran cantidad de señales.
El bosque de señales de Watson Lake
Watson Lake cuenta con un lugar que se conoce como Signpost Forest, una zona donde podremos encontrar cerca de 73.000 carteles de todo tipo.
Los mismos son desde publicidad hasta la distancia a multitud de ciudades pasando por prácticamente cualquier cosa que nos imaginemos. Al parecer, según dice la historia, todo empezó cuando un soldado que echaba de menos su tierra decidió poner un cartel con una flecha indicando los kilómetros de distancia a los que se encontraba de la misma. A partir de aquí, el tiempo y los habitantes así como visitantes fueron siguiendo esta tradición hasta convertirse en lo que es hoy en día.
Gracias por la foto a arthur_chapman