Hay lugares en el mundo que no tienen la fama que verdaderamente merecen por su atractivo o singularidad. Este es el caso de Meteora.
Un lugar, dos atractivos
Situadas en la zona de Tesalia, en la Grecia continental, Meteora es un área que tiene dos atractivos fundamentales, en primer lugar sus impresionantes formaciones geológicas; enormes torres de roca que se erigen sobre las colinas cercanas a Kalambaka y que son únicas desde el punto de vista paisajístico y natural. El segundo atractivo, son los monasterios que se levantan en la cima de estas impresionantes rocas.
La formación de las increíbles rocas de Meteora es una cuestión que suscita intensos debates y variadas teorías. La más aceptada es que en esta zona discurría un gran río que fue formando mediante la erosión de la montaña estas singulares formas calcarias.
Más allá de la belleza de esta zona de colinas, un atractivo extra son los monasterios que se levantaron en pleno siglo XI, y que acogieron a una gran cantidad de monjes que acudían a esta alejada zona para dedicarse a labores de meditación y culto.
Cuenta la historia, que estos monasterios siempre fueron protagonistas de las diferentes etapas políticas e históricas de Grecia, dándose el caso de que incluso durante la Segunda Guerra Mundial, fueran bombardeados en repetidas ocasiones causando importantes daños patrimoniales.
Además, el turista debe saber, que en estos monasterios fue donde se cuajaron algunas de las muestras más importantes del arte post-bizantino, con pinturas que hoy son un importante legado cultural y patrimonial.
Las actividades que el turista puede realizar en esta vasta zona son fundamentalmente de recorrido de los diferentes senderos que bordean las rocas de Meteora, el acceso a alguno de los monasterios y la realización de rutas culturales en torno a las rocas y su historia.