El lago Titicaca sirve de frontera natural entre dos naciones: Bolivia y Perú pero además se trata del lago navegable más alto del mundo. A pesar de contar con una altura de aproximadamente 3800 metros no hiela gracias a su nivel de salinidad, el cual es alto para un lago de dicho tamaño y altura con lo que convierte a este lugar en un verdadero paraíso para sus habitantes y turistas.
Su color es de un azul profundo, el cual se diferencia de los demás lagos gracias a su enorme profundidad que llega hasta los 280 metros en ciertos puntos. En 1996 se unieron los gobiernos de Perú y Bolivia para proteger el lago formando un ente binacional que se encarga de gestionarlo y velar por su seguridad.