Si tenemos pensado viajar a Estonia y todavía no sabemos dónde alojarnos, una buena opción puede ser el hotel Viru que se encuentra en Tallin, la capital del país.
El hotel Viru
Este hotel se inauguró en el año 1972 y se convirtió en el edificio más alto de toda la ciudad que tenía la capacidad de albergar a la creciente demanda de visitantes. No obstante, la mayor curiosidad y la razón por la que es mundialmente conocido este hotel es debido a que en aquella época era muy habitual el espionaje del gobierno comunista, por lo que en su 23ª planta se encontraba una sede del KGB cuyo objetivo era el de espiar a los que se alojaban en este hotel.
Uno de los sistemas más utilizados para mantener este control era pinchar los teléfonos del propio hotel, especialmente de las habitaciones más caras debido a que era donde normalmente se podían alojar espías o personas interesadas económicamente en el país.
La tela de araña del hotel Viru
En el año en el que fue inaugurado, este era el único hotel del país donde se permitía pasar la noche, lo cual lo convertía en un importante cepo para aquellas personas extranjeras a las que se quería investigar.
No obstante, el hotel Viru contaba con otros atractivos como el cabaret donde también había mujeres infiltradas pertenecientes al KGB. Y a la hora de movernos por la ciudad, podíamos hacer uso del servicio de alquiler de coches con conductor que, como habrán deducido nuestros lectores, también estaban relacionados con el KGB.
En la actualidad, esta última planta ha sido convertida en un museo manteniéndolo prácticamente tal cual quedó cuando finalizaron las labores de espionaje.
Gracias por la foto a marten vaher