Las cuevas de los Mil Budas, son una serie de más de 492 templos que se encuentran en las cercanías de la ciudad de Dunhuang, provincia de Gansu, China. Son un atractivo turístico de primer orden debido a su patrimonio cultural y al gran legado histórico que guardan. Muestra de esto, es que en el año 1987 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Estas increíbles grutas naturales formaban parte de una ruta que conectaba el Imperio Chino con el Imperio Romano y que durante muchos siglos fue un gran centro de oración del budismo como puerta de acceso a china desde la zona este de Asia.
La fundación de las cuevas de los Mil Budas, se debe según la leyenda, a que en el año 366 d.C un monje local, Lo-tsun, tuvo la visión de miles de Budas en los reflejos que el sol proyectaba en las paredes de un acantilado y de este modo fue convenciendo a otros monjes y a la comunidad local para que fundara el primer templo budista.
Tras esto, serían los miles de peregrinos que a lo largo de los siglos irían dejando impresionantes murales con toda clase de mensajes e ilustraciones en las paredes de las cuevas.
Pese a que en el siglo XIX las cuevas fueron abandonadas, su estado de conservación es verdaderamente bueno, y junto con las cuevas de Yungang y las de Longmen, las cuevas de los Mil budas son una de las grutas del budismo más importantes de todo el país.
Por todo ello, y por otros factores, como por ejemplo el incontable material histórico que se ha hallado en estas cuevas, las mismas han sido y serán un importante lugar de culto y de turismo para turistas de todas partes del mundo.