A todos los amantes de las aventuras y ansiosos por vivir nuevas experiencias sorprendentes e inimaginables nos encanta conocer nuevos lugares que a menudo han permanecido en silencio durante siglos hasta que sus fauces han acabado abriendo para devorar nuestras ansias y lanzarnos a cambio un mayor ministerio que nos atrae como una lámpara a un mosquito. En concreto, en esta ocasión vamos a hablar del Blue Hole Dahab.
El Blue Hole Dahab
Si decidimos viajar al golfo da Aqaba en la península de Sinaí, uno de los destinos que debemos visitar es el Blue Hole Dahab, un agujero que data de la época de la glaciación, momento en el que el nivel del mar estaba muy por debajo del nivel que podemos contemplar hoy en día.
Una vez que los polos comenzaron a derretirse, el agujero empezó a llenarse de agua del mar, algo similar a lo que ocurrió con muchas ciudades en el pasado, y de esta forma se creó esta maravilla sin duda atractiva para los amantes del buceo al igual que para todo aquel que siente inquietud por conocer los procesos y evolución de la naturaleza.
Blue Hole Dahab, entre el miedo y la curiosidad
Este lugar es bien conocido por los buceadores, pero por desgracia no lo es sólo por su belleza y accesibilidad, ya que a lo largo de los años se ha acabado convirtiendo en uno de los lugares donde más buceadores han perdido la vida.
De entre todos aquellos casos que alimentaron tristemente esta lista sin duda alguna hay que destacar el de Yuri Lipski, fallecido en el año 2000 tras un accidente en el Blue Hole Dahab. La razón por la que es tan conocido este caso es debido a que durante la inmersión fue grabando todo el proceso, y por supuesto el momento de su fallecimiento también quedó para la posteridad.
Gracias a ello los expertos han podido investigar las causas de esta y otras muertes, aunque siguen existiendo algunas dudas. En principio se considera que es muy probable que se produjese un fallo en el equipo de buceo, llegase a intoxicarse con el oxígeno, le faltase el aire o incluso se desorientase.
El caso es que toda esta historia hace del Blue Hole Dahab un lugar más inquietante y atractivo para los amantes de la aventura.
Gracias por la foto a Mark Edley