En este artículo queremos recomendarte algunos sitios que ver en la provincia de Alicante, conocida por sus más de 300 días de sol anuales y por la gran variedad de paisajes naturales que esconde: desde playas y calas de ensueño, hasta sierras y montañas aptas para los más aventureros, rodeadas de naturaleza sin igual. Sin duda, un lugar idílico para disfrutar del ecoturismo.
Cuando pensamos en Alicante, nos vienen a la cabeza las famosas Hogueras que se celebran en junio. Pero lo que pocos saben es que es una provincia que se puede visitar en cualquier época del año gracias a su amplia oferta de ocio y sus rincones:
1- Parque Natural del Peñón de Ifach
Situado en la ciudad de Calpe, al norte de la provincia de Alicante, no es un parque demasiado extenso en dimensiones, pero merece la pena visitarlo. Tiene espacio suficiente para que pases un gran día y puedas disfrutar de diversas actividades a realizar.
Considerado como un lugar destacado de la Costa Blanca, el Peñón de Ifach sorprende por su grandiosidad, por su figura imponente que se alza a 332 m de altitud y reposa en las aguas del Mediterráneo. Al comienzo del ascenso, a pie, se sitúa el Aula de la Naturaleza, donde te muestran detalles, sobre el Parque Natural declarado en 1987, a través de las salas de exposiciones y audiovisuales.
Las rutas con dificultad media que vale la pena recorrer para llegar a apreciar las increíbles vistas una vez alcanzada la cima. El trayecto a realizar cuenta con cerca de 5 km de distancia entre subida y bajada, y se calcula un tiempo estimado de 3 a 4 horas para realizar todo el recorrido. Cuenta con un camino bien señalizado rodeado de cerca de 400 especies de flores y plantas, varias en peligro de extinción, y diversos animales que te puedes cruzar en el recorrido.
La visita a este parque es una gran oportunidad para pasar el día en familia o con amigos y hacer una actividad física entretenida que te dejará boquiabierto porque desde la cima te envuelven las vistas, la inmensidad del mar, el reflejo de Calpe y los recovecos de la costa.
2- Valle de Guadalest
Se encuentra en la comarca de la Marina Baja, en el interior de Alicante. Es considerado uno de los lugares de mayor encanto de la Comunidad Valenciana y declarado en el año 1974 como “Conjunto Histórico-Artístico”.
Este pueblo se divide en dos barrios: El barrio del Arrabal, se extiende sobre las faldas de la montaña y en sus calles podrás visitar numerosas tiendas que ofrecen productos artesanos; y el Barrio del Castillo de San José, también llamado “Castell de Guadalest”, es otra de las atracciones del lugar y que se accede por un túnel excavado en la roca. El castillo, colgado en lo alto de una peña y protegido por la antigua muralla, conserva todo su sabor medieval. En lo alto del valle, tendrás vistas increíbles del embalse y podrás apreciar la magnitud del lugar, los diversos colores y respirar aire completamente puro.
Es un lugar en donde podrás apreciar la belleza natural y aprender un poco sobre la historia. Inmerso entre varias montañas de renombre de la provincia: Sierra de Aitana, Xortá y Serrella, se encuentra el popular embalse de Guadalest, que cuenta con una extensión de 18 km. Una represa de agua natural dulce que cuenta con un recorrido que la bordea para poder disfrutar de un largo día de caminata o simplemente pasar un buen día de camping sintiéndote uno con la naturaleza.
3- Ruta de los Acantilados
Si te gusta la aventura, acampar en medio de la nada y conectar con la naturaleza, tienes que hacer esta ruta de camino a pie entre rocas y tierra situada en la comarca de Marina Alta en Benitatxell. El trayecto te lleva desde la Cala Moraig, una de las más famosas de la zona, hasta lugares salvajes, poco frecuentados, casi playas vírgenes, como lo es el caso de la Cala Llebeig, nos deja perplejos por las vistas asombrosas y los diversos colores del mar según el sol y el momento del día.
La ruta de los Acantilados es un sendero de nivel medio, con aproximadamente 5 km entre ida y vuelta. El tiempo a realizarlo varía mucho dependiendo la cantidad de veces que pares a apreciar el paisaje y tomar fotografías inolvidables.
4- Laguna Rosa
En 1971, en la ciudad iraní de Ramsar, se firmo el Convenio sobre las zonas húmedas de importancia internacional. Entre los primeros humedales españoles que formaron parte de este Convenio, figuraban las lagunas de la Mata y Torrevieja. Su declaración como Parque Natural en 1988, supuso su protección definitiva.
Este fenómeno natural ubicado en Torrevieja, se debe a que en el agua hay una serie de bacterias (halobacterias) que expulsan un pigmento rosáceo con una gran cantidad de sal. Para ser exactos, la laguna contiene 350 gramos de sal a cada litro de agua (cifra parecida al Mar Muerto).
Debido a la gran concentración salina, está prohibido bañarse en las aguas de la laguna, aunque muchas personas rompen con la regla. La idea es preservar el fenómeno natural y evitar que se contamine, además de que el nivel de sal puede terminar generando reacciones en la piel. Aunque no te puedes bañar, si puedes recorrer los caminos que bordean la laguna, ya sea caminando o en bicicleta, para apreciar la magia del lugar y algunas de las aves que se encuentran en el mismo, como flamencos, águilas y garzas, siendo un lugar idóneo para la nidificación de estas aves, muchas de cuyas especies están amenazadas. La estratégica localización de Torrevieja entre Europa y África, hace de las lagunas parada obligatoria durante las rutas migratorias.
5- Casco antiguo de Altea
Uno de los pueblos más pintorescos de la provincia de Alicante. El hecho de que sea muy popular es gracias a que la mayoría de sus viviendas, por no decir todas, son de color blanco.
Situado entre las ciudades de Calpe y Benidorm, con tan solo 24 mil habitantes, Altea es considerado una de las joyas de la Costa Blanca. Las principales atracciones son sus casas totalmente blancas y las diversas playas pequeñas que tiene de arena fina y aguas templadas en donde te podrás relajar y pasar un gran rato. Por otra parte, el magnífico conjunto arracimado del casco antiguo le da un encanto único en la provincia. La tranquilidad y el sosiego han hecho de Altea el paraíso de artistas y artesanos cuyas tiendas y tenderetes de ambiente bohemio pueblan el casco antiguo. Perderte en este laberinto de calles, es otra de las actividades que muchos turistas deciden hacer y fotografiar.
Os recomendamos visitar estos lugares de Alicante y aprovechar para alojarte en uno de sus campings, para vivir una experiencia distinta sin renunciar a la comodidad. En la Asociación de Campings de Alicante puedes encontrar todo tipo de información sobre las innumerables opciones de campings que hay a lo largo y ancho de la provincia, con sus respectivos servicios. Solo queda elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y comenzar a explorar Alicante desde otro punto de vista, sin dejar de disfrutar todo lo que tiene para ofrecerte.